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A RODA

El grupo “A Roda” es una formación de música tradicional con 47 años de trayectoria, un exponente de la música popular en Galicia, sin duda uno de los grupos con más historia, conocido y alabado, casi medio siglo de vida dedicada a la promover y difundir la cultura gallega, nuestro patrimonio inmaterial, a través de la música de raíz.

Nace como formación en el año 1976 en una taberna, logrando ya con el primero disco, con título homónimo “A Roda”, el reconocimiento del público y el “Premio de la Crítica Gallega”. En su haber cuenta con más de 20 discos en el mercado y multitud de premios, entre los que destacamos los recientes “Premio de la Cultura Gallega” y “Medalla Castelao”. El bagaje de la formación es tan largo como abrupto, numerosos conciertos y viajes en la diáspora gallega, esta es una formación que a lo largo de los años supo reinventarse y mirar con éxito a los nuevos tiempos.

A día de hoy A roda está compuesta por cinco músicos que trabajan por difundir la cultura de carácter popular-oral, el cancionero que ya forma parte del imaginario de los gallegos y gallegas.

 

 

BIOGRAFÍA

 

El grupo A Roda nace como tal en 1977, pues ya hubo intentos anteriores, una historia nunca contada... La Rueda es un grupo de amigos, conocidos, espontáneos, de un "yo pasaba por allí"... que se reunían a cantar alrededor de una mesa redonda, metonimia de la rueda, y metáfora del que años atrás, muchos años atrás inventó el Rey Artur y sus caballeros.

Los hermanos Luis y Suso Vaamonde, Fito y Luis Domínguez, Xosé Luis y Pituco Abalde… todos ellos grupos de hermanos, en la familia de A Roda, que se completa con los nombres de: Queno, Cabaleiro, Manolo, Ricardo Collazo, Alonfonso Graña…

Pensemos por un rato en la relevancia de Suso Vaamonde como cantauror, su contribución es decisiva en la formación, por su identidad, por su compromiso con Galicia y , del que también se va a beneficiar A Roda, sirva de ejemplo aquella cantiga “Falemos galego na rúa e na escola” que Suso incorporó al grupo.

Todos ellos son historia, Fito, Adolfo Domínguez sería con los años la imagen de un grupo que aún recuerda con morriña la voz que resuena como un roble, el bardo de barba celta que recuerda toda Galicia, como antaño, ellos eran los caballeros de la tabla redonda, de A Rodaa, en la ya mítica y conocida portada del primero disco, a un lado de un lareira en el molino de Caldas, una foto que permanecerá por siempre jamás en la memoria.

La taberna como brote primogéneo, un hogar de fuego y gargantas hervidas, la tasca de la Viuda, la taberna del Eligio... y muchas otras por la zona de Vigo, era costumbre tomar unas tazas, y cantar bajo los efectos narcóticos del líquido elemento.

Un banquete totémico este a un lado del vino, de los chorizos... y por supuesto cantigas del pueblo, populares, de la oralidad, del imaginario colectivo nunca antes recopiladas, grabadas, inéditas en sentido estricto, hasta que cierto día, y como en un cuento, una productora con muy buena vista, decidió estampar, acuñar para la posteridad y la eternidad aquel petroglifo en forma de vinilo con título homónimo A Roda.

Premio de la Crítica Gallega, este disco luego se transformó en un superventas, en un icono ya de nuestro patrimonio material, pues aún muchos lo tenemos en la casa. A raíz de aquí, aquella formación de amigos y conocidos que se juntaba de manera esporádica y espontánea tuvo que convertirse en un grupo estable, consolidarse como banda sólida y articular un organigrama conjunto y de conjunto.

A partir de aquí, todo el imaginable, medios de difusión, conciertos, y en seguida dos nuevos discos, “Falemos Galego” (1979), con la inolvidable Foliada del Celta, y el tercero disco “Pra os amigos”, así concluye una primera etapa de éxito y bueno hacer.

Mucha geografía gallega en el lomo y también mucha Emigración, ya desde un primer momento A Roda viajó por muchos de los países donde había un gallego (más bien en todos), así por ejemplo: Venezuela, México, Panamá, Argentina, Bélgica, Inglaterra, Alemania... en todos se escuchó una cantiga del país.

Del mismo modo hace falta mencionar los múltiples premios, recibidos en todos estos años, la Huaca de Oro (Panamá), la Vieirade Prata (Orden de la Vieira), Premio a la Trayectoria Profesional (Luar)...

Como siempre en la historia, llegó el oscurantismo de los siglos, en este caso años oscuros, donde A Roda no se prodigó precisamente en el ámbito discográfico, a pesar de seguir en activo eso sí, y así lo demuestran los cientos de conciertos por toda nuestra geografía.

Así hasta llegar a “Os Mariñeiros” (1990), el cuarto disco de la formación, ya con nueva gente en el grupo. Un cambio de perspectiva, de concepción, y también la profesionalización definitiva, bajo el giro constante del eje de esta rueda: Adolfo Domínguez, Fito.

Títulos como: Eu teño un compadre (1992); A roda rodando (1993); Os quintos (1995); Lembranzas (1995); Na branca noite (1996); Onde Galicia é Portugal (1998); R.C. Celta-A Roda (1999); O son do camiño (2004); A Roda alalá adorA (2006), además de otros, dan buena cuenta del estilo que caracterizó a la formación en estos años.

Como punto de inflexión en esta andadura, podemos decir que A Roda amplió su horizonte de posibilidades, tanto en el campo instrumental, como compositivo, al conceder espacio la propia creatividad, composiciones autógrafas, melodías exclusivamente instrumentales, musicación de poemas...

A día de hoy A Roda es un grupo profesional, que viene de celebrar sus cuarenta y siete años en activo, y que cómo todo grupo que soporta el paso del tiempo, supo reinventarse para dar la dimensión exacta de ese camino que es su historia, en una evolución que cómo diría Castelao tan sólo es eternidad. Un grupo de músicos profesionales bajo el timón de Alfredo Dourado, compañero, sucesor y hijo de Fito. El último trabajo del grupo “A Roda live (directo en Ortigueira)” es un trabajo fiel al carácter popular de la formación, pero también un disco que rompe con los estereotipos, que deja ver una “rueda” hasta ahora inédita… una Rueda con llanta… como la del carro gallego.

De este modo llegamos a dar otra vuelta A Roda, u otra vuelta de Rueda, circunvolución para llegar al punto de partida, de aquella cuna, celme, gen o germen tabernario hasta este nuevo Pousa Pousa sideral, estelar, el poso que deja el vino en la taza cueva cóncava, el pouso pouso.

Un rodar constante, de unas rodeiras inmorredorias de futuro devenir...

Pero eso será otra historia

Por Alfredo Dorado

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