Con la energía de una estrella de rock, una interpretación llena de lucidez, capaz de golpear los sentidos más despiertos o despertar las atenciones más distraídas, TELMO PIRES ha logrado consenso en sus conciertos, en salas de todo el mundo, sentando en la misma platea a los más fanáticos del fado y a los más profanos, rendidos a una genuina y sorprendente intensidad fadista.